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El arte de las alfombras artesanales tunecinas es muy antiguo: se han encontrado rastros de alfombras de la época cartaginesa en Túnez, pero esta artesanía se remonta probablemente al Neolítico. Túnez cuenta con una gran variedad de alfombras hechas a mano: alfombras urbanas como las de Margoum, Kairouan y Alloucha, y alfombras rurales como los kilims y las alfombras bereberes. Chwaya ofrece tres tipos de alfombras tunecinas en línea: el Margoum, el kilim y la alfombra bereber de alta lana. Todas estas alfombras se tejen tradicionalmente con materiales naturales, especialmente la lana.
El margoum es una alfombra tunecina bastante rígida, tejida en corto en pura lana y algodón, casi siempre en tonos rojos, azules o beige, con motivos bordados. Esta alfombra, típicamente tunecina, se fabrica en las ciudades de Oudhref, El Jem y Kairouan. El margoum tiene la particularidad de que su diseño se inspira en las alfombras orientales, a la vez que se compone de una multitud de motivos bereberes que forman rombos. Se trata, por tanto, de un producto puramente tunecino en la encrucijada de culturas. El margoum es también una alfombra bastante clásica que responde a una determinada norma de fabricación (color dominante, motivo de rombos rodeados de cenefas...), al tiempo que es fruto de la imaginación de la artesana que maneja los motivos bereberes a la perfección. Los margoums grandes se utilizan idealmente como alfombras de salón, pero también hay margoums de todos los tamaños (alfombras de dormitorio, alfombras de pasillo...), que encajan perfectamente en una decoración moderna. Todos los margoums propuestos por Chwaya son piezas únicas que se benefician del certificado "1ª elección" entregado por la Oficina Nacional de la Artesanía de Túnez.
El kilim, pronunciado klim en Túnez, es una alfombra corta de lana para el suelo, más bien ligera, tejida principalmente en las ciudades y pueblos del centro y sur de Túnez (Gafsa, Sidi Bou Zid, Toujane, Djerba...). El tejido suele ser rectilíneo, compuesto por bandas y muy apretado, lo que permite a la artesana jugar con los colores y los dibujos. Los motivos geométricos son principalmente de origen bereber. Así, encontramos los famosos peces, dameros, rombos, gacelas, peines de tejer... Cada kilim es una pieza única fruto de la imaginación de la artesana que lo fabrica. El kilim tunecino aporta un toque de originalidad y autenticidad a su decoración.
Chwaya remunera este gran trabajo en su justo valor con un espíritu de justicia para mantener vivo este oficio que tiende a desaparecer. Al evitar los intermediarios, los precios son especialmente competitivos teniendo en cuenta el trabajo realizado y la calidad de los productos.
Descubra nuestra selección de alfombras tunecinas sobrias o de colores: Margoum, Kilim, Bereber, Kairouan... Todas nuestras alfombras están hechas a mano por artesanas que han puesto un toque de su alma y su experiencia y que pagamos directamente de forma justa. Cada alfombra es única y está hecha de lana natural.
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