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La alfombra tunecina en peligro

Hace sólo dos o tres generaciones, todas las jóvenes de las aldeas de Túnez aprendían un oficio que les permitía, una vez casadas, tener unos pequeños ingresos mientras permanecían en casa. Podrían, por ejemplo, aprender a coser, a bordar o a hacer alfombras, lo que normalmente enseñaban sus madres.

Interrogada por la revista Baya, Fathia, tejedora de alfombras Margoums en Kairouan, explica: "Trabajar en la alfombra era algo normal en aquella época en Kairouan, y en cada casa había una habitación con su telar. Las mujeres pasaron largas horas anudando los hilos de lana a la trama principal para formar patrones coloridos. Hoy las cosas han cambiado mucho" [1].

La alfombra hecha a mano ha sido durante mucho tiempo el principal sector de la artesanía tunecina. Hoy en día, varios factores ponen en peligro este oficio, que sin embargo está arraigado en las tradiciones tunecinas.


Una joven aprendiendo el oficio - © Chwaya

El auge de la alfombra industrial

El auge de la alfombra industrial es la principal causa del declive de la alfombra hecha a mano. La globalización ha invadido los mercados y ha hecho que los tunecinos dispongan de alfombras de fabricación barata con una amplia gama de adornos. Así, una pareja joven preferirá comprar una alfombra "hecha en China", barata, que una alfombra de la artesanía tunecina que requiere muchas horas de trabajo y, por lo tanto, ya no es competitiva. No obstante, la alfombra hecha a mano ha podido persistir entre los tunecinos más ricos y los turistas extranjeros, pero la base de clientes se ha reducido considerablemente.

Un ingreso bajo para un trabajo agotador y socialmente subvalorado

Como resultado, el precio de las alfombras hechas a mano se derrumbó a finales del decenio de 1980, mientras que el precio de la lana y la electricidad sólo aumentó. Los tejedores de alfombras ahora luchan por mantenerse al día y los ingresos son modestos para un trabajo largo y agotador. Además, en un país que está experimentando rápidos cambios como Túnez, la profesión se considera socialmente obsoleta y ya no goza de un fuerte arraigo.

El incremento de los niveles de educación de las mujeres

En Túnez, la matrícula en la escuela secundaria ha aumentado en un 314% en 45 años, y el género femenino es el que más éxito ha tenido, ya que alrededor del 60% de las personas con bachillerato son niñas. En 2019, la tasa bruta de matriculación de mujeres en la enseñanza superior era del 41,7%. Por lo tanto, es fácil comprender por qué se está abandonando la profesión de tejedor, que se aprende a una edad temprana, y por qué las jóvenes se están dedicando a otros oficios.

El trabajo de una obrera, más atractivo

Para los que no han estudiado, trabajar en fábricas o en la agricultura es ahora más interesante. Los propios tejedores están abandonando gradualmente el trabajo y avanzando hacia esta profesión más valorada socialmente, símbolo de emancipación con salarios ligeramente más altos. Este fenómeno se aceleró tras la revolución tunecina de 2010-2011, ya que las fábricas aumentaron los salarios bajo presión social. Incluso las artesanas que se han mantenido fieles a la profesión la abandonan dos meses al año durante la temporada de aceitunas para trabajar en la cosecha.


Factoría de tejidos - CC by Pashminu Mansukhani

Por lo tanto, los tejedores son cada vez más raros y el oficio de la alfombra tunecina pierde su dinamismo. Si continúa así, el sector podría desaparecer en quince años, lo que significaría la pérdida de un gran know-how para el país.

¿Dónde encontraremos las tradicionales alfombras de Kairouan, los margoums y kilims con patrones específicos de cada región? Fathia lamenta que el barrio de los tejedores de Kairouan, El Menchia, se esté quedando vacío: "Es una lástima que la actividad esté decayendo, porque este saber hacer se está perdiendo. Pronto nadie hará más margoum, esta alfombra anudada que hizo la reputación de Kairouan. [1]”

Afortunadamente, se están poniendo en marcha varias iniciativas para tratar de revitalizar este oficio: Iniciativas y vías de reflexión.

[1] Sana Sbouai, Fathia et le Margoum ou quand la tradition disparaît, baya.tn

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Comentarios

  • Retour de la qualité
    Por:Loic Dremel En 17/08/2021

    Comme toutes les fabrications artisanales, après le déclin la demande va revenir pour des produits de qualité.

  • PS
    Por:PS En 06/07/2019

    Cependant, en France je constate que la création des entreprises artisanales est en hausse.

  • Jean P
    Por:Jean P En 19/03/2019

    Je trouve ça dommage que les traditions s'envole. Nous avons tous une culture dans chaque pays, il faut la conserver le plus longtemps possible.

    Merci beaucoup pour cet article.

  • Eric Blaise
    Por:Eric Blaise En 09/02/2016

    Imaginer ce qui arrive si on amène certaines de ses filles dans les pays de l'ouest. Elles ont appris des compétences qui seront très utiles. Je ne parle pas du fait qu'elles seront contrainte à travailler dans une entreprise en fabriquant les tapis, mais plutôt le fait qu'elles peuvent créer leurs propres entreprises, surtout à cause du fait que de plus en plus de gens veulent avoir des tapis faits exprès pour leurs escaliers.

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